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Cuando alguien menciona un auto con motor turbocargado, siempre se nos viene a la mente el sinónimo de poder y velocidad. Lo único que imaginamos, es el momento de presionar el acelerador a fondo y sentir la potencia del auto, sin ninguna preocupación por el gran costo de la gasolina que esto nos va a causar, ya que el hacerlo es algo se disfruta, sin importar nada más. Para la tristeza de muchos, hoy en día son más comunes los motores que son turbo aspirados, generalmente para ayudar a los motores más pequeños de los nuevos autos.

Cabe mencionar, que con esto, no estamos desmeritando la potencia que tienen los aspirados, pero para los fanáticos del hábito de pisar a tope el acelerador para poder sentir el impulso, les recomendamos tener en cuenta esta información, porque los nuevos turbocargadores, también requieren ciertos cuidados importantes y es vital atender y darles una checada cuando creamos que algo no anda bien con éstos.

Una de las principales problemáticas que tienen los autos con motores turbocargadores, es que gracias a que suelen girar a un poco más de 200, 000 revoluciones por minuto para poder lograr cumplir su objetivo, lo que hace que trabajen a temperaturas de hasta los 1, 000 grados centígrados.  El resultado de todo esto, es que se vuelve mucho más propenso a sufrir desajuste y averías., que en su mayoría, no son exactamente las más baratas.

El otro mayor problema con los turbos, son generalmente causados por la falta de lubricación, o al revés, por exceso de, y hasta por la utilización de aceites de mala calidad o inadecuados para nuestro tipo de motor. Además de esto y por si fuera poco, el exceso de suciedad también puede causar que el turbo se tape y se rompa.

¿Cómo poder saber cuándo nuestros autos motores turbocargadores tienen algún problema?

Es importante poner suma atención cuando nuestro motor nos mande ciertos avisos, por ejemplo:

Cuando tu escape emana humo de color azul:

Este es uno de los avisos más comunes que suele mandar el turbo, y es que, el turbo tiene un eje que se encarga de girar en los casquillos hechos de bronce que flotan sobre el aceite que está a presión. Estos casquillos son generalmente herméticos, pero si se tienen fugas de aceite, éste se traspasara al sistema de admisión. Si esto sucede, será muy probable que el consumo del aceite se llegue a disparar, emitiendo el humo del escape de un color azulado, lo que sin duda delatará este problema.

Cuando el turbo genera ruidos extraños:

Si el eje que se encarga de moverse sobre el turbo, se encuentra mal lubricado, lo más seguro es que acabe sufriendo diversos roces que causara la ruptura de los extremos de las aspas que están en la turbina. Cuando escuches que tu auto emite algún ruido extraño, te recomendamos llevarlo al taller mecánico de tu confianza, sobre todo para prevenir que estas piezas rotas puedan llegar a la cámara de los cilindros, causando un daño mucho más grave. Si los ruidos emanados son agudos, y van en aumento o disminuyen conforme a los cambios de las revoluciones del motor, significa que existen holguras en los casquillos donde el eje de las turbinas rueda. Regularmente, estos daños también son provocados por los problemas de una mala lubricación.

El testigo encendido y una falta de potencia.

Es imperativo que el turbo, debe de trabajar con una buena lubricación y muy limpio. Y es que, el acumularse demasiada suciedad, se convierte en un problema más grave en los diésel, ya que suelen generar más hollín. Así que, en el momento en el que pisemos el acelerador, éste no lograra responder como debería hacerlo gracias a que el turbo no puede entrar en funcionamiento normal y el coche no tendrá un  generador de fuerza. Simplemente la misma electrónica va a impedir que el actué  para evitar otro tipo de daño.

Cuando existe una menor prestación:

El control de la presión del turbo, se genera por medio de una membrana, y en el caso de que llegara a perforarse, la presión del soplado en el turbo, será totalmente irregular. Seguido a esto, el modo de emergencia se va a activar, causando que tu auto no funcione como debería hacerlo normalmente. Si te encuentras en esta situación, te recomendamos llevar tu automóvil al taller lo más pronto posible.

Cuando se vuelven frecuentes los silbidos que suenan:

Es bastante común que las abrazaderas y los mangos se lleguen a aflojar o a desgarrar, gracias a factores como los cambios frecuentes de la presión. Este problema, seguramente lo podrás notar en el momento en el que el motor emita un “silbido”, que se acentuará a la hora de querer acelerar. Digamos que este sonido, podría ser más bien, como un tipo de aspiración muy ligera, tanto que la mayoría de las ocasiones puede ser tan bajo, que los conductores ni siquiera lo logren notar a causa del ruido sonoro de nuestro alrededor como el tráfico de la ciudad, o hasta por tener la radio encendida.

Por todas las problemáticas que acabamos de mencionar, algunos expertos nos han dado diversas recomendaciones a lo largo de la evolución de los autos y motores.

Aquí te dejamos las causas más comunes que suelen provocar fallos en los turbos, y que más debemos cuidar y prestar atención:

* Cuando no existe una suficiente y adecuada lubricación:

Esto a veces suele ocurrir cuando la bomba del aceite tiene algún fallo o desgaste, o bien, porque una de las mangueras se ha tapado.  Si esto llega a suceder, lo que pasará es que las piezas se dañarán a causa de la fricción que se genera constantemente, aunque sea  por un tiempo mínimo.

Te recomendamos checar que el nivel de aceite estipulado, no baje, y en caso fuga intenta identificar rápidamente el lugar por donde se puede estar cayendo.

* Cuida siempre que el aceite no esté sucio:

Para mantener el turbo de nuestro auto en óptimas condiciones, una de los puntos clave es realizarle un buen mantenimiento a la parte del aceite. Y es que, si no procuramos cambiar el filtro y el aceite de forma constante o cuando se requiera, seguramente se llenara de basura e impurezas que fácilmente lograrán llegar al turbo de nuestro auto y provocara un daño a corto o a largo plazo.

* Evitar utilizar los aceites que no son adecuados a tu tipo de motor:

Procura comprar y utilizar los aceites sintéticos, o el aceite multigrado, ya que por lo general, éstos vienen con aditivos  detergentes, y lo cuales se encargan de ayudar y evitar que la carbonilla, o el hollín se acumule, haciendo que el aceite se espese y obstruya el turbo, provocando un atascamiento. Te recomendamos checar el tipo de motor que tiene tu auto, de esto dependerá  que puedas determinar cuál es el aceite adecuado para tu auto, si éstos incluyen los aditivos que dispersan el polvo y la basura, será lo ideal.

Recuerda siempre al momento de cambiar el aceite, también reemplazar su filtro, además de ser económico, no dudamos que a la larga, te ahorrara un gasto mayor por un problema en el motor.

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